Continuu llegint The Battle for Spain, de l’Antony Beevor (aviat en parlaré) i continuu trobant cites que són d’una actualitat sorprenent. Els clàssics sempre són actuals.
La paradoja última, fatal, de la República liberal la encarnaba su propio Gobierno, que no osaba defenderse ante el ejército sublevado armando a los trabajadores que lo habían elegido. Se contentó con proclamar a los cuatro vientos que era “el Gobierno legalmente constituído”, pero la historia de España debería haberle enseñado que la legalidad ha sido, muchas veces, tan sólo un término arbitrario y subjetivo, poco más que un eufemismo para enmascarar el derecho de conquista y la voluntad de instalarse largamente en el poder.
Això ho trobo a la pàgina 80 de la primera edició:
Antony Beevor
La guerra civil española.
Traducció de Gonzalo Pontón.
Ed. Crítica. Barcelona, 2005.
Cal dir que a l’original anglès (que es va publicar després, al 2006) el text és més neutre:
The ultimate paradox of the liberal Republic represented by its government was that it did not dare defend itself from its own army by giving weapons to the workers who had elected it.
Salut i sort,
Ivan.
Digues la teva!